Cuando termina la etapa económicamente activa en la vida, no siempre se empieza un período de disfrute de los últimos años. A veces, los achaques de la edad y sobre todo la falta de atención adecuada suelen jugarles una mala pasada a los más ancianos.
En tal sentido, en los últimos meses aumentó la demanda por asistencia a personas en edad avanzada por parte de la Secretaría de Acción Social de San Pedro. Según describen, el panorama es muy preocupante porque involucra a adultos de más de 70 años que si bien perciben pensiones o jubilaciones, se encuentran viviendo solos en total estado de abandono, sin asistencia geriátrica o familiar.
Por lo general, son vecinos quienes se acercan hasta los encargados del área municipal que se encarga de la tercera edad para dar a conocer la terrible situación y pidiendo algún tipo de ayuda.
El problema se registra tanto en la zona urbana como en la rural de la localidad norteña, donde los abuelos se tornan vulnerables a situaciones que van desde falta de higiene y hogares precarios a estafas.
Aunque todavía no existe un registro que indique la cantidad exacta de adultos mayores en estado crítico, semanalmente en el área de Acción Social se conocen más de tres casos de este tipo. Se trata de adultos mayores que generalmente vienen de historias de vida cargadas de precariedad laboral. En un primer momento, desde el municipio se realiza la visita correspondiente para confirmar el abandono y luego se busca que un familiar directo se haga cargo del cuidado de la persona mayor afectada.
En este proceso, lo que más indigna, según explican, es que los abuelos cuentan con algún beneficio, que es administrado por un tercero.
“Existe una alta demanda por asistencia a ancianos en abandono. La mayoría vive de forma unipersonal y por la edad avanzada presentan problemas de salud, lo que agrava la situación”, arrancó explicando Lucas Schaffer, trabajador social.
“Lo que nos preocupa es que un tercero se está haciendo cargo de la jubilación o pensión, pero el abuelo no tiene siquiera para comprar los medicamentos. Pedimos a la comunidad que si conocen algún caso, se acerquen y lo informen”, indicó Schaffer.
En la búsqueda de un familiar que pueda hacerse cargo, los trabajadores sociales detectaron que el alejamiento y abandono de los más allegados se debe a factores como no querer tener contacto y mayormente conflictos internos.
En caso de que hijos y hermanos no pudieran hacerse cargo, se busca un familiar secundario, lo que implica un enorme trabajo de seguimiento porque en muchos casos, estos parientes viven en otras localidades y tanto la persona que se hará cargo del cuidado como el anciano deben pasar por un proceso de adaptación.
Finalmente, si no se logra localizar a alguien de la familia, se procede a la inserción del anciano, con su consentimiento, en el Hogar para Adultos Mayores Municipal, donde reciben atención profesional.
Hasta la fecha son siete los ancianos que viven en el asilo local.