El avance del coronavirus (COVID-19) tiene en vilo a toda la Argentina. Es por eso que el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de las clases en todo el país hasta el 31 de marzo y el cierre de fronteras durante los próximos 15 días.
En el caso de la suspensión de clases, la medida regirá a partir de este lunes y es para los niveles primarios, secundarios y de jardín de infantes. Las universidades son autónomas y tendrán el poder de decisión.
Por otro lado, el mandatario anunció el cierre de fronteras del país durante los próximos 15 días porque “el episodio del coronavirus ya no viene sólo de Europa sino que afecta a países limítrofes y a nosotros mismos”, dijo que en conferencia de prensa. Aclaró que quedan exceptuados de esta restricción los “argentinos nativos o residentes en Argentina”.
“Por las fronteras terrestres vienen turistas que vienen de las zonas de riesgo”, explicó.
El mandatario se reunió este domingo por la tarde en la quinta de Olivos con los principales ministros de su Gabinete, funcionarios del Ejecutivo Nacional, de Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires.
Según trascendió, el presidente decidió otras medidas de emergencia, entre ellas la “suspensión de todas las actividades no esenciales”. Además, dijo que habrá licencia laboral para mayores de 60 años.
En otro punto, el mandatario afirmó que “los que quieren salir del país pueden salir”. Aclaró que “la prohibición es para entrar” a la Argentina.
Posteriormente, Fernández informó que se dispuso la suspensión de las actividades sociales -como espectáculos y deportes- que impliquen la presencia masiva de gente.
También, explicó que este lunes se analizará el trabajo a distancia y los sistemas de licencias, en el marco de la reunión del gabinete económico y social que tendrá lugar mañana, luego de asumir que “el mayor problema” para la propagación del virus es “la circulación humana”.
Insistió en señalar que “la Argentina de los vivos se terminó” y que el Ejecutivo actuará “con lo que la ley permite actuar” para enfrentar ese tipo de actitud, en el marco de las medidas dispuestas para evitar la propagación del coronavirus en el país.
“Yo aviso para que nadie se pase de vivo”, advirtió el mandatario, quien llamó a la ciudadanía a “no tener temor al desabastecimiento o al potencial cierre de negocios porque no es lo que se está previendo”.
Finalmente el Presidente aseguró que “si el fútbol se juega a puertas cerradas”, no veía “inconvenientes” y expresó su deseo de que “le den a los argentinos la posibilidad de ver los partidos por televisión abierta”, teniendo en cuenta que “para muchos”que están en su casa “es un gran divertimento”.