El Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) realizó un análisis sobre el mercado doméstico de carne bovina, donde por un lado la preocupación pasa por la búsqueda del equilibrio entre demanda y oferta, y por otro, hay un miedo escénico a que el Gobierno Nacional meta mano en el asunto y decida intervenir el mercado.
“En los últimos días han trascendido versiones acerca de una posible intervención del gobierno nacional en el mercado de la carne, ante el temor que dispara un posible desabastecimiento y la consecuente escalada de precios. Lo cierto es que desde el gobierno nada de ello ha sido confirmado”, comienza el análisis del Rosgan.
Es verdad que nadie del Gobierno Nacional, y menos que menos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, informó o dio a entender que se estaba atendiendo la realidad de los precios de la carne que estaban pagando los consumidores. Pero a decir verdad, tampoco hubo comentarios previo al aumento de las retenciones, y sucedió de todas formas
“Claramente el mercado de carnes, como el resto de los mercados de productos básicos, se encuentra en busca de un equilibrio. Las medidas de aislamiento social obligatorio irrumpieron como un factor inesperado o, al menos, antes de lo previsto por la mayoría de los argentinos. Esto ha provocado un shock de demanda, ante la necesidad de la gente de salir a llenar sus heladeras y abastecerse para el período de cuarentena”, detalla el análisis.
Y aclara que en este sentido, “a diferencia de otros momentos en los que el mercado ha sido sujeto de intervenciones, no estamos ante un problema de oferta sino de demanda. Ante un aluvión de compras por parte de los consumidores, los precios reaccionan“.
Es tema según el Rosgan es que “tampoco se trata de un crecimiento genuino de la demanda. Lo que se compró de más en los últimos días, será menor demanda para los próximos. Recordemos que el poder adquisitivo del asalariado sigue siendo bajo, a lo que se suma la retracción que está sufriendo el consumo de carne que se vende en restaurantes”.
Cese de comercialización y… ¿el tiro por la culata?
“Por el lado de la oferta, la realidad es que el suministro de hacienda gorda no se ha visto limitado a causa de las medidas adoptadas. Sí hemos tenido un mes de marzo con ciertas disrupciones en el flujo de oferta, primero a causa del paro agropecuario y luego debido a varios días de lluvias que limitaron las cargas. Fue así como los precios de la hacienda en Liniers, han registrado una fuerte suba durante la semana del cese de comercialización que llevó a incrementos generales del orden el 15%“, detalla el Rosgan.
De llegar a intervenirse el mercado de carne bovina argentina, cabe preguntarse si finalmente el paro del campo no generó más problemas que soluciones. Está claro que la manifestación es válida, por el simple hecho de que es un derecho constitucional, pero a los fines de soluciones para el agro, parece que no el objetivo no sólo no se consiguió, sino que podría llegar a complicar aún más la situación
“Sin embargo, rápidamente el mercado volvió a ajustar, y tras retomar el nivel de oferta habitual, los valores de la siguiente semana mostraron un retroceso promedio de más de un 10%. Durante la última semana, con solo tres días hábiles, el nivel de oferta diaria en Liniers resultó incluso más elevado que durante la semana previa, y los valores volvieron a retroceder levemente”, aclara el Rosgan.