El lujoso hotel Meliá, ubicado en el Parque Nacional Iguazú, fue pensando sin dudas para un público exigente. Si bien es muy solicitado por los yanquis y brasileños, el primero que hace uso de las sofisticadas instalaciones es el cliente argentino.
El Meliá de Iguazú refuerza la presencia de la compañía en destinos de gran belleza natural y se posiciona entre los cinco hoteles mejores del mundo del total de los 373 Meliá distribuidos en diferentes países. Hace dos años que Mynor Espinoza llegó de Costa Rica para gerenciar el hotel más sofisticado de la ciudad de las Cataratas, propiedad del multimillonario árabe Ali Albwardy.
En una entrevista con Misiones Online, Espinoza brindó detalles del trabajo que viene realizando con el equipo y datos sobre dónde hace foco el hotel: el cliente. Para el gerente la clave está en los recursos humanos que puedan atender todas las necesidades del huésped. “Somos colaboradores”, manifiesta a la hora de hablar de los integrantes del equipo, del cual se incluye como uno más.
“Somos actualmente 205 colaboradores, crecimos la plantilla de cuando tomamos el hotel. Integramos más personas al hotel para lograr una mejor personalización del servicio”, explicó.
Aseguró que en este tiempo el hotel logró una evolución importante y esto también se dio en el huésped que los visita. “Por ejemplo el 65 por ciento de nuestros huésped antes eran mayores de 50 años, hoy es solamente el 45 por ciento y el otro porcentaje está entre 30 y 45 años”, precisó y aseguró que ese rango de edad los llevó a evolucionar en el servicio. “Es gente que le gusta pasarla bien, disfrutar de lo que ofrecen las instalaciones”, marcó. Asimismo dijo que lograron ampliar el tiempo de estancia en el hotel de 1.8 a 2.6 pernoctes.
En cuanto al cliente principal del hotel, Espinoza aseguró que pese a la crisis que ocurre en el país, el principal cliente es de argentina, luego está Estados Unidos y en tercer lugar brasileños.
“EN LA OPERACIÓN HOTELERA EL 50 POR CIENTO ES ESTRUCTURA Y EL OTRO 50 ES RECURSO HUMANO”
Para el gerente, brindar un buen servicio dependen de dos aspectos principales: la infraestructura y los recursos humanos. “El recurso es el alma del hotel, los que le ponemos la sal, la pimienta a toda la operación hotelera. Es el elemento más importante para poner esa pasión a lo que se hace día a día”, consideró.
Respecto a su rol en el equipo se definió como un capitán y no como un director técnico, ya que “juega” a la par de todos y no está fuera del campo, comparó.
Sobre el lugar que ocupa el hotel, de estar posicionado entre los mejores del mundo dentro de la compañía, aseguró que “es un trabajo de todo el equipo para lograr que el huésped se vaya contento y viva la experiencia que tanto hemos promulgado”.