La megadevaluación posterior a las PASO sigue fresco en la memoria y en los bolsillos de los argentinos. Quienes fueron sorprendidos por aquella corrida no quieren repetir la experiencia y buscan adelantarse a un posible nuevo sacudón cambiario.
El temor a un endurecimiento del cepo cambiario y a una nueva devaluación impulsa la demanda de dólares en todo el país. En Posadas las casas de cambio funcionan a pleno a pesar de que venden el billete verde casi 5 pesos por encima de la cotización bancaria. Especuladores y ahorristas recurren a coleros para saltar el cepo o esquivarle a la burocracia bancaria.
La incertidumbre disparó la demanda de dólares y el Gobierno nacional optó por quemar reservas a un ritmo insostenible para evitar una nueva corrida que perjudique sus ya menguadas chances electorales. Todos los analistas anticipan que a partir del lunes, con las elecciones ya resueltas, el Gobierno deberá instrumentar cambios para frenar la pérdida de reservas. Un endurecimiento del cepo aparece como el único camino para evitar una nueva devaluación que espiralice aún más la inflación.
La posibilidad cierta de que se restrinjan más las limitaciones a la compra de divisa opera entonces como otro aliciente que activa la demanda de dólares. Los bancos ofrecen la cotización más conveniente para comprar divisa, pero imponen un límite de 10 mil dólares mensuales, y para comprar hay que ser cliente, tener una cuenta en dólares y los billetes no se entregan en el acto sino que permanecen bancarizados.