Un grupo de vecinos que residen en barrio Cristo Resucitado de San Pedro, hace una década que padecen serios inconvenientes a consecuencia de una inconclusa obra vial. Inundaciones, falta de alumbrado e incluso complicaciones en la recolección de residuos y de salud, son solo alguno de los inconvenientes con los que luchan por la falta de apertura del tramo de salida de la comunicación terrestre.
Cansados de esperar respuestas, esta semana tuvieron la esperanza de que la municipalidad realice los trabajos necesarios para que la calle tenga salida, porque se están llevando a cabo mejoras en el barrio, sin embargo las máquinas viales, no llegaron hasta ese sector y solo repararon el último tramo del camino a pedido de los vecinos.
Se trata de la calle Juan Bautista Alberdi, que por un lado tiene intersección con avenida Güemes pero la salida que debía empalmar con la calle Sargento Eduardo Ramírez, está cerrada. Es que, estos últimos metros en ningún momento fueron concluidos. Al estar ese espacio baldío hace unos seis años, fue «usurpado» por tratarse de una calle que figura en catastro, complicando el panorama.
Para abrir ese tramo, el municipio debe reubicar a la persona que edificó una pequeña vivienda en el espacio de calle, lo que genera impotencia, malestar e indignación entre los vecinos que deben sufrir las consecuencias «Nosotros necesitamos que el intendente gestione los recursos para que se concluya la salida de nuestra calle, hay una persona que hizo una casa en ese tramo, los días que llueve es imposible salir, el camión de residuos casi no puede entrar, si tenemos una emergencia un día de barro la ambulancia no entra», indicó Diego Da Silva.
La manzana consiste en terrenos con permisos de ocupación, las familias para acceder al servicio de energía pagaron los postes y cables para que se extendiera el tendido eléctrico hasta la última vivienda, en ese sector no tienen alumbrado. «Fue una lucha la conexión de luz, yo tengo una moto y ahora la máquina pasó pero quedó horrible, tuve que poner una tabla para poder pasar», señaló María de Britos.
Otro vecino manifestó que a consecuencia de este inconveniente, la humedad en su terreno es permanente afectando la salud «Mi hijo tiene broncoespasmo, hace nueve años sufrimos mucho en los meses de invierno porque la humedad es terrible, y afecta su salud, nos sentimos angustiados, creo que nos merecemos una calle en buen estado» manifestó Álvaro Antúnez, otro de los vecinos damnificados.
Desde el municipio, el intendente Miguel Dos Santos, estuvo en el lugar y luego de analizar la situación llegaron a la conclusión de que resulta muy difícil y complejo resolver el problema porque para finalizar el tramo es necesario primero reubicar a la persona que construyó la vivienda en un espacio que es calle y si bien tienen la predisposición, no cuentan con recursos económicos para encarar los costos de una reubicación.