El inédito fenómeno del 7 de septiembre de 2009 se cobró la vida de 11 vecinos y dejó daños millonarios.
Cuando se empezaron a formar los nubarrones en el cielo en el atardecer del lunes 7 de septiembre de 2009, los vecinos del paraje Santa Rosa de San Pedro pensaron que se venía una lluvia, quizá con un poco de viento, pero nunca se imaginaron que era el presagio de la tragedia que se desató después de las 20 y que se cobró once vidas y dejó más de medio centenar de heridos de distinta gravedad, diseminados por los hospitales de San Pedro, Bernardo de Irigoyen y Eldorado.
Si fue la tormenta de Santa Rosa, que vino retrasada, nadie se explica por qué castigó tan duro y enlutó al paraje que lleva su nombre, aunque la capilla Santa Rosa De Lima apenas sufrió daños en su techo, mientras que el puesto de salud que estaba al lado quedó totalmente destruido.
De varias casas quedaron solamente los cepos: el resto se lo llevó el viento y lo dejó disperso a lo largo y ancho de la colonia. Chapas por todos lados, ramas destrozadas, garrafas de gas, animales vacunos y chanchos muertos son la muestra más elocuente del horror, del que difícilmente alguna vez se puedan reponer los afectados y toda la comunidad de San Pedro.
Al día siguiente del fenómeno, el vecino Miguel Da Rosa (35) describió el fenómeno como “una cosa terrible. Parecía que se iba a terminar el mundo. Pensábamos que estaban todos muertos“.
“El viento se llevó todo, no quedó nada”, sintetizó Valdovino Chagas (42). “Primero vino el granizo, que tenía el tamaño de un huevo de gallina; después el viento y la lluvia. Cuando empezó todo no sabía qué hacer, entonces agarré a mi esposa y a mis hijos, nos abrazamos y empezamos a rezar con la Biblia hasta que pasó el tiempo feo, que duró una hora aproximadamente, aunque no me acuerdo bien”.
En realidad, fue menos: media hora que se hizo eterna. “Sólo se escuchaba el ruido de palos y cosas que volaban por el aire, mi casa quedó toda trabada con maderas y se destechó. Mientras eso pasaba, yo sólo pensaba en Dios, no podía hacer otra cosa”, reconoció.
Los restos de los ocho niños y tres adultos muertos como consecuencia del tornado que entre el lunes y el martes azotó la zona aledaña a la localidad misionera de San Pedro
En memoria de las víctimas de la tragedia, cada 7 de septiembre se conmemora en San Pedro el “Día de la Solidaridad”, establecido por el Concejo Deliberante local en recuerdo de la movilización solidaria que llegó desde el plano local, provincial y nacional que llegó a la ciudad aquel triste célebre 2009.